23 de enero de 2008

soy una baratija

Soy una baratija
Un plástico pintado de dorado que pretende ser oro,
Que se esconde detrás de ese brillo falso,
Para suponer que alguien la vera brillar
Yo te vi brillar
Vos me viste brillar en una noche en la que la calida luz de la luna jugaba con las piedras de plástico incrustadas en mí.
Creíste que podías ver a través de mí con tus soberbios ojos azules.
Creíste que veías más allá de mi mascarada, y caíste en mi trampa,
Me creíste, creíste que era oro, del más fino y puro.
Yo te vi brillar
Al principio, dudaste, temiste perder el control, temiste al remolino en tus entrañas, pero pronto cediste.
Utilice mis mejores tácticas. Movimiento de cabellos y perfumes embriagadores, pero ya no era necesario. Eras mío. Habías caído en mis redes.
Pero yo te vi brillar, te vi brillar de entre la multitud. Te vi brillar entre todas las otras joyas. Te escogí. Te elegí! El oro mas fino, la joya más bella, la que a simple vista parecía baratija pero que tenía brillo propio. Esa que pretendía ser oro y no se daba cuenta que ya lo era.
Jugué mi papel espléndidamente. Tanto me metí, que me lo creí. Hasta que un día me di cuenta de la verdad. Yo no era oro. Yo no era una joya. Había jugado al amor y había perdido el control de mi juego. Me había entregado completamente. Había jugado mal, había jugado contigo y perdí.
Debía confesarte la verdad. No podía seguir con el teatro de mi vida.
Que sentido seguir viviendo en la mentira?
MENTIRA?! Tu no eras más mentira que la mía! Yo vi el oro en ti, que importa si era cobertura? Quise querer que fuera oro y lo fuiste! Quise creer que tu pedrería era de la mas valiosa, Y LO FUE! Mentira? Que importa si fue mentira?
Ya no puedo vivir mi mentira. No puedo. Y si no puedo, ya no tengo valor. JA! Que valor podría tener una cobertura dorada con un par de plásticos de colores?
No podría soportar ver la decepción en tus ojos. Esos ojos azules que pueden verlo todo, menos quien soy en realidad. Esos ojos soberbios que no tolerarían la mentira.
Pero no puedo vivir sin tus ojos. No puedo vivir sin tu mirada penetrante. Sin el brillo que le dan a tu cara iluminando todo a tu paso.
No puedo vivir sabiendo que esos ojos ya no son míos. Que miran la vidriera pero que ya no me ven.
No puedo vivir sin el brillo que le das a mi vida.
Y sin ti, mi vida ya no brilla.

No soy más que una baratija.